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martes, 1 de octubre de 2019

Aceite de Cannabis. Científicos Argentinos dicen que el país tiene recursos para investigar.

Profesionales del Conicet afirman que las condiciones para la producción están dadas. Silvia Kochen, médica e investigadora de Conicet a cargo del primer estudio en un hospital público sobre los efectos del cannabis en adolescentes y adultos con epilepsia refractaria, aseguró que "Argentina tiene todos los recursos técnicos y humanos para investigar y producir el aceite". "En nuestro país tenemos todos los recursos técnicos y profesionales para poder plantar, producir, comercializar e investigar el cannabis", expresó a Télam Silvia Kochen, investigadora principal del Conicet y profesora adjunta de Neurología en la Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires (UBA). Y continuó: "También contamos con recursos para controlar una posible producción de autocultivo que pudiera hacer una familia. Es decir, tenemos todas las posibilidades, por eso necesitamos que haya una decisión política de mejorar la implementación de la ley". Kochen estará a cargo del ensayo clínico para evaluar la efectividad, seguridad y tolerabilidad del cannabis en pacientes adolescentes y adultos con epilepsia refractaria en el hospital El Cruce de Florencio Varela, cuya aprobación a través de la resolución 156/2019 fue publicada esta semana en el Boletín Oficial. "Es el segundo estudio que la Secretaría de Salud aprueba, el primero fue para niños en un hospital de referencia como es el Garrahan. Aunque tardío porque se podría haber hecho hace mucho, estos estudios son fundamentales para generar evidencia nacional y desde el Estado", sostuvo. El estudio contempla a pacientes de 18 a 60 años, "con epilepsias refractarias bajo criterios de inclusión y exclusión estrictamente definidos" elegidos en una primera etapa en los servicios especializados de los hospitales El Cruce, Ramos Mejía y Rossi. "A estas 40 personas se sumarán en otra etapa unos 20 pacientes que serán derivados de otros centros de referencia de la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Salta y Tucumán", describió. Y continuó: "A estos pacientes se les suministra el aceite de cannabis, al igual que quienes participan del ensayo del Garrahan. Son los únicos casos en los que el Estado entrega el aceite". La especialista, que es además directora de la Unidad Ejecutora de Estudios en Neurociencia y Sistemas Complejos (ENyS, Conicet-HEC-UnaJ) y de los centros de Epilepsia del Ramos Mejía y El Cruce, investigó anteriormente los efectos del aceite de cannabis y acompañó la lucha por una ley que regularice el uso. El 29 de marzo de 2017, y como consecuencia esa movilización de la sociedad civil y de organizaciones como Mamá Cultiva o Cameda (Cannabis Medicinal Argentina), el Congreso Nacional aprobó la ley 27.350 llamada de "Investigación médica y científica del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus Derivados".
Sin embargo, la resolución 1537-E/2017 restringió el acceso al "Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, sus derivados y tratamientos no convencionales creado por la ley" solo a quienes "padezcan epilepsia refractaria", aunque, aclara, que "podrá incorporar otras patologías, basado en la mejor evidencia científica". "La interpretación de la ley dejó afuera el autocultivo, y actualmente los pacientes que quieren acceder legalmente al aceite tienen que hacerlo con una autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica", describió Kochen. Y concluyó: "La cobertura dependerá de la suerte que tengan con su obra social o prepaga. En muchos casos hay que recurrir a la Justicia a través de un amparo y lo que se consigue es por reintegro, lo cual hace que el acceso sea difícil por el precio del dólar". Farmacéuticos advierten sobre el riesgo para la salud. Reclaman que se tomen acciones de control y se analicen los aceites de venta callejera. Desde el Colegio de Farmacéuticos advierten que el uso del aceite de cannabis es un tema complejo y recuerdan que en Argentina, si bien se legisló su uso en los casos de epilepsia refractaria, no se autorizó su cultivo ni producción. “Teniendo esto en cuenta hay que advertir a los pacientes que, al no tener la materia prima, no existe en la Argentina este aceite”, alertó Marcela Ruiz, en representación del Colegio. De esta forma, los farmacéuticos de Salta advierten sobre la dudosa calidad de los aceites de cannabis que se comercializan en la peatonal, los mercados y algunas ferias de artesanos. Dicen que, si bien pueden ser inocuos, en otros casos pueden generar problemas de salud. Ruiz explicó que muchas veces la gente cree que se habla en defensa de las corporaciones farmacéuticas, pero que se debe advertir y formar a la población sobre los riesgos que corren al consumir medicamentos de origen dudoso. Es por este motivo que el Colegio analiza la posibilidad de realizar un estudio sobre las muestras de estos aceites de cannabis, en su mayoría de procedencia peruana. También confirmaron que a través del Comité Provincial sobre el uso de aceite de cannabis se está formalizando un pedido de control sobre estos productos al Ministerio de Salud de la Provincia, para que “se atiendan estas problemáticas”. El Colegio informó también que desde la Confederación Farmacéutica Argentina se promueve un nuevo procedimiento para el pedido de los aceites de cannabis al exterior. El nuevo procedimiento reclama que el paciente le entregue un poder legal al representante farmacéutico para que éste solicite el ingreso del medicamento para su cliente, sin embargo ante la reciente aplicación de esta metodología se debe instruir a las farmacias y verificar que se encuentre dentro de la normativa vigente. A continuación la opinión sobre el tema del Staff Profesional de nuestra Fundación. Esta noticia nos lleva una vez más a constatar dos cuestiones, por un lado, las sustancias, como hemos insistido, en sí no son ni buenas ni malas, dependen del uso que se haga de ellas, la cantidad que se emplee y si una persona está buscando en ellas un fin específico que eventualemnte lo puede llevar a un consumo problemático. Recordemos que una sustancia derivada del opio como la morfina, ha dado lugar a que muchas personas la empleen con fines adictivos, en muchos casos personas que debieron usarla por indicación terapéutica por un tiempo prolongado. Por otra parte, no podemos imaginar siquiera lo que significaría en una situación de emergencia vernos con la imposibilidad de usar morfina frente a eventos como accidentología grave, procesos agónicos a partir de enfermedades como el cáncer, procesos postoperatorios, quemaduras, etc. Esta situación, a la vez, ha dado lugar a que, sobre esta sustancia en particular, los aceites que salen del cáñamo llamados canabinoides, se les comprueba acción reconocida frente a muchos padeceres como el de la epilepsia, donde se han dado casos de epilepsias severas en chicos que tenían más de 20 ataques por día, que después de tomar las dosis indicadas de esta preparación no volvían a tener esta grave sintomatología que agota al paciente y lo pone muchas veces en peligro. Esto nos tendría que invitar a avanzar más aun en la legislación destrabando mediante la reglamentación de la ley de cannabis medicinal, habilitándole a la sustancia más empleos terapéuticos sin sufrir persecuciones legales por infracción a la ley de drogas (23737). Es hora de que ampliemos su campo médico, habida cuenta que ya hay mucha investigación y práctica adelantada en otros lugares del mundo que demuestran su utilidad. Negar una medicación aunque sea paliativa, es algo que no corresponde a los fines humanitarios que deberíamos tener. También consideremos que, como lo señala la Dra. Silvia Kochen, médica e investigadora del CONICET, que nuestro país se encuentra en condiciones de investigar, ampliando su espectro de acción y verificando resultados, haciéndolo de una forma regular y estable del punto de vista farmacológico y acercando al público un producto regularizado y funcional como medicamento, lo que evitaría los riesgos de los que nos advierte el Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Salta. Volver a nutrir a la opinión pública con noticias terroríficas acerca de los daños cerebrales que pueda producir la marihuana o que se convierta en la entrada al consumo de otras sustancias, cosa que no es cierta (las sustancias pueden ser elegidas y únicas en la historia del consumo de una persona, no son escalares) y dejando de encontrar una razón mínima y de poca importancia en cuanto a los daños posibles para terceros, lo que resulta en definitiva una forma deplorable del control social.

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