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jueves, 19 de enero de 2023

Coronavirus: estar vacunado logró disminuir síntomas depresivos.

Los expertos estudiaron los niveles de desorden de ansiedad generalizadas (GAD) y la depresión en la población argentina a lo largo de la primera y segunda oleada de contagios en el país.


Una investigación del Instituto Tecnológico Buenos Aires (ITBA) comprobó que la vacunación contra el coronavirus estuvo asociada a una disminución de los síntomas depresivos durante los momentos más duros de la pandemia. Los expertos llegaron a esta conclusión al estudiar los niveles de desorden de ansiedad generalizadas (GAD) y la depresión en la población argentina a lo largo de la primera y segunda oleada de contagios en el país.

"Nuestro objetivo fue analizar el impacto de las vacunas, la actividad física y la modalidad de trabajo, bajo la hipótesis de que pueden actuar como posibles factores protectores de la salud mental de la población después de un período tan prolongado de pandemia", indicaron los investigadores.

La investigación titulada "Segunda ola de pandemia de Covid-19 en población argentina: la vacunación se asocia con una disminución de los síntomas depresivos", y publicada en la Revista Frontiers in Psychiatry, contempla dos encuestas realizadas en noviembre de 2020 y mayo de 2021, donde más de 13.000 personas entre 18 y 50 años reportaron distintos síntomas mediante preguntas con respuestas de opción múltiple.

En el trabajo observaron que "aquellas personas de la población adulta que recibieron al menos una dosis de cualquier vacuna Covid-19 informaron menos síntomas de depresión que los no vacunados en la segunda ola" por lo que "la vacunación contra el Covid-19 se asoció con menores síntomas depresivos".

El principal autor del estudio y graduado en Bioingeniería, Pedro Benedetti, explicó a Télam que "no hay una asociación directa de la bajada de síntomas de depresión con la vacunación, sino más bien tiene que ver con las cosas que pudimos volver a hacer una vez que estuvimos vacunados y cómo nos sentimos haciéndolas".

"A medida que fuimos volviendo a la tan mencionada 'normalidad', los síntomas fueron disminuyendo. También es probable que haya una disminución en el riesgo que uno percibía al hacer una actividad cotidiana, como viajar en transporte público o ir a hacer las compras", agregó.

Además, la investigación mostró que, independientemente del estado de inmunización, los niveles de GAD durante la segunda ola fueron más altos que durante la primera ola, tanto para las poblaciones de adultos jóvenes, como de adultos. Sobre el trabajo, Benedetti contó que asignaron "puntajes predefinidos a cada respuesta" de las encuestas y asociaron los resultados a diversos factores sociales que podrían explicarlos.

Así, observaron que "las mujeres presentaban mayores niveles de depresión que los hombres", que aquella personas "que estuvieron más tiempo sin socializar con otras sufrieron síntomas más marcados de depresión" y que "aquellos que hicieron con más frecuencia actividad física mostraron menores niveles" de esta enfermedad.

También participaron del proyecto los alumnos de la la carrera de Bioingeniería del ITBA Franco Moscato, Victoria Reppucci, y un equipo de investigadores del departamento de Ciencias de la Vida del ITBA: Diego Moncada, Alejo Barbuzza, Franco Moscato, Victoria Reppucci, Celina Goyeneche, Cynthia Katche, Jorge H. Medina, Haydee Viola y Fabricio Ballarini.

miércoles, 18 de enero de 2023

Día mundial contra la depresión: avances y deudas de una ley que vino a desestigmatizar las enfermedades mentales.

Por Gimena Figueroa, de El Destape

La ley 26.657 fue aprobada en 2010 y reglamentada en 2013, con el objetivo de transformar el abordaje de la salud mental con una visión humanitaria e integral. La pandemia demostró que todos y todas podemos tener trastornos mentales y planteó la urgencia de su implementación. Hoy muchas jurisdicciones no la aplican y los presupuestos siguen siendo bajos. Cuáles son los logros y las deudas en la aplicación de una ley que lleva 10 años.


La pandemia del Covid-19 dejó a la vista en todo el mundo que la salud mental es un tema que nos atraviesa a todos y todas, y que el encierro solo profundiza los padecimientos mentales. Hoy, 13 de enero, Día Mundial contra la depresión, vuelve a plantearse en la Argentina cómo se está aplicando la Ley 26.657 de Salud Mental que hasta ahora tuvo grandes avances en el abordaje de la salud mental con una visión humanitaria e integral, pero siguen teniendo deudas pendientes. En nuestro país, la normativa fue aprobada en 2010 y reglamentada en 2013.

En este marco, la coordinadora de Salud Mental en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Macarena Sabin Paz, charló con El Destape y sostuvo que a 10 años de la reglamentación de la ley siguen estando en deuda el cierre definitivo de todos los manicomios, la conformación de una red fuerte de atención para terminar con la "salud como un gasto de bolsillo" y la perspectiva de género en el sistema sanitario en todo el país. Según la profesional, "la pandemia fue un visibilizador que comenzó a despatologizar muchas problemáticas vinculadas con la salud mental" y que "una condición de encierro y distanciamiento genera muchas manifestaciones y cuadros como depresiones y ansiedades que están dadas por esos contextos y no solamente por cuestiones estructurales". Sin embargo, todavía falta compromiso político y presupuesto para dar una respuesta efectiva de salud mental en todo el país y garantizar el derecho a todos y todas.

Una deuda pendiente: el fin del encierro como método de salud mental

Una de las metas más importantes de la ley es la transformación de los hospitales psiquiátricos monovalentes "manicomios"- instituciones de encierro- por un sistema de atención en salud mental de base comunitaria. Un decreto estableció que en 2020 venció el plazo para el cierre definitivo de los hospitales psiquiátricos (decreto 603/2013).

El objetivo de este punto viene a dar respuesta a una situación muy grave que hasta 2008 ocurría en el país: había 25.000 personas internadas sometidas a gravísimas violaciones a los derechos humanos por hacinamiento, abusos sexuales, abandono generalizado, infecciones y muertes por cuestiones absolutamente evitables, según el informe Vidas Arrasadas del CELS. Según el primer Censo Nacional de Personas Internadas por Motivos de Salud Mental de 2019, alrededor de diez años después de la ley, se registraron 12.035 personas internadas por salud mental. Un total de 8000 menos que en 2010.

A partir de esta situación, el Ministerio de Salud con apoyo del Ministerio de Obras Públicas, avanzó en siete jurisdicciones en la transformación de hospitales generales en dispositivos intermedios, guardias e internaciones, y está trabajando también en proyectos de transformación de hospitales monovalentes. Además, comenzó la construcción de los primeros “Nodos de cuidado en Red”, centros de salud de primer nivel de atención que tendrán un enfoque especial en relación a la salud mental e integral.


Sabin Paz celebró los avances, pero sostuvo que todavía muchas jurisdicciones siguen teniendo como deuda la implementación plena de esta medida. "En muchas provincias, incluida Buenos Aires, se avanza con presupuesto y decisión política y en otras todavía es una deuda pendiente", remarcó, en referencia a los manicomios que continúan con una metodología de trabajo relacionada al encierro.

En este sentido, sostuvo que es fundamental dos cuestiones claves para avanzar en el fin de los manicomios y la integración de las personas a la sociedad: por un lado, la amplitud de una red de atención que no sea de encierro y que no promueva la salud como un gasto de bolsillo. Y por otro lado, la garantía de un afuera amigable que no solo incluya vivienda digna, sino empleo y acceso a centros de atención comunitaria de cercanía para continuar el tratamiento de forma ambulatoria. "Es fundamental un acompañamiento para que las personas mantengan sus tratamientos y no deban ser nuevamente internadas por conflictos sociales", remarcó.

Hasta ahora la cartera sanitaria avanzó con la construcción de casas de medio camino en 15 jurisdicciones con el objetivo de la desinternación, por medio del programa “Habitar Inclusión” y también puso en marcha la construcción de otras 50 destinadas a la externación de todas y todos los usuarios de la Colonia Montes de Oca, el hospital psiquiátrico de Luján que a mediados de 2004 fue denunciado por la violación a los derechos humanos. En simultáneo, creó un Servicio Interdisciplinario de Enlace y abordaje Comunitario (SIENAC) que tiene el objetivo promover intervenciones de base comunitaria que garanticen continuidad de cuidados puntualmente a los usuarios y usuarias de este psiquiátrico en sus comunidades de referencia. "El encierro no solo profundiza las patologías sino genera un despojo total, que no solo incluye cuestiones afectivas y vinculares sino materiales y económicas porque una persona internada por años no tiene una vivienda ni recursos económicos", planteó Sabin Paz.

Por una salud que no sea un gasto de bolsillo

Por otro lado, la especialista se refirió a la atención primaria en salud mental que debería ser tratada como cualquier especialidad médica en todas los centros de salud generales y no exclusivamente de los hospitales psiquiátricos. “La salud mental no debe ser un lujo que nos podemos dar la gente de clase media que puede ir a un analista” porque “es un derecho como cualquier derecho a la salud y es una responsabilidad del Estado". E insistió: "No podemos permitir que una persona que no pueda pagar una analista se quede padeciendo o profundizando su padecimientos o situación más graves de consumos y depresiones".

TikTok: cómo se está afectando la salud mental de los jóvenes con las redes sociales.

Padres, escuelas, gobiernos y plataformas son las responsables de proteger a los menores.


En Estados Unidos las escuelas públicas de Washington presentaron una demanda contra Meta, Snapchat, YouTube y TikTok acusándolas de “daños” a la salud mental de los jóvenes. Al mismo tiempo, el presidente de ese país, Joe Biden, instó a demócratas y republicanos a que se “unan contra los abusos” de las grandes tecnológicas por el tratamiento de datos y adicción que pueden generar.

Un panorama que pone nuevamente sobre la mesa la discusión sobre el alcance que tienen las redes sociales en la salud de los menores de edad por el tipo de contenido que generan, el tiempo que ellos dedican a consumirlo, los retos que se incentivan allí y las personas con las que se relacionan.

En la demanda presentada por las instituciones educativas aseguran que “el aumento de los suicidios, los intentos de suicidio y las visitas a salas de emergencias relacionadas con la salud mental no son una coincidencia”.

Una situación que se venía presentando antes de pandemia y en la que estas aplicaciones “juegan un papel importante” por la aparición de estas enfermedades en los jóvenes.

Al mismo tiempo, afirman que son organizaciones con ánimo de lucro y que les interesa mantener durante un largo tiempo a los usuarios conectados porque así pueden vender “más publicidad”.

Un argumento que también usa Bíden, quien cree que se debe “responsabilizar a las redes sociales por el experimento que están realizando con nuestros niños con fines de lucro”, teniendo la cantidad de datos que recolectan y el incentivo que generan para que los menores vean contenido continuamente.


Cómo se generan los problemas de salud metal

La ansiedad, depresión y estrés son enfermedades que en los últimos años han impacto a millones de personas en el mundo, al punto de que según la OMS una de cada ocho personas padece de alguna trastorno de este tipo.

El origen para el desarrollo de los síntomas en cada persona puede ser muy variado y por lo general son la unión de muchos factores, como asegura el psicólogo Fideblaymid Cruz, y “no solo las redes sociales pueden conducir a que se presenten signos y síntomas asociados a estas enfermedades”.

Pero entre los puntos en los que estas plataformas pueden llevar a sufrir de estos trastornos se encuentran los siguientes, según Cruz:

- La comparación con amigos y figuras públicas

“Comprarse con otros, al ver los lugares a los que viajan, la ropa que usan y su aspecto físico, conduce a que los jóvenes no crean que estén disfrutando de su vida como otros de su edad, desarrollen baja autoestima y una percepción falsa de su imagen corporal, y se obsesionen con la necesidad de verse igual que los demás en sus redes sociales”.

- El tiempo que pasen en las aplicaciones

“Al pasar más de dos horas en ellas puede afectar negativamente la salud mental, incluyendo la asociación entre un uso excesivo del móvil y el tiempo que se pasa en redes sociales frente a la calidad del sueño en los jóvenes”.

- El ciberacoso

“Las redes se utilizan como medio para difundir mensajes, imágenes, videos y otros contenidos virtuales que intimidan, se burlan, amenazan, avergüenzan a una persona (o grupo de personas). Entre las consecuencias del ciberacoso, también se encuentra la posibilidad de abusar de sustancias nocivas, ausentismo y/o fobia escolar, estrés, sentimientos de ira y frustración, irritabilidad, trastornos del sueño, dificultades de aprendizaje e ideación suicida”.


Salud mental en manos de todos

La protección a los menores de edad es un tema de larga discusión, en la que siempre de cada lado ha habido señalamientos en busca de un solo culpable. Sin embargo, la responsabilidad es compartida.

Cruz deja claro que tanto padres como escuelas tienen que hacer procesos de acompañamiento y aprendizaje con los menores para que sepan usar las redes sociales y enfrentarse a los contenidos que allí consumen.

“Los jóvenes suelen estar en constante contacto con fake news, contenido de bajo valor creado por influencers que puede desencadenar y promover antivalores, conductas inapropiadas, normalización de conductas violentas y/o exposición de la vida privada”, afirmó.

Para esto es fundamental que en casa y los colegios se incentive el pensamiento crítico y el uso responsable de estas plataformas, no solo dejando en manos de las redes la regulación de los contenidos que allí aparecen.

“Es importante que se debata en familia y se aborde con los hijos la importancia de la privacidad, reflexionar sobre el contenido que suben a sus redes y que comparten, en caso de ser posible hacer uso de los controles parentales sin dejar de lado los demás aspectos comentados anteriormente”, dijo el psicólogo.

Del lado de las aplicaciones, también es necesario mejorar los sistemas de protección que eviten que los menores de 14 años acceden a ellas, ya que muchas tienen este como su mínimo de edad, pero es sencillo de evitar.

“Una investigación en la que el año pasado encontró que en países con legislación protectora, las plataformas implementan mejores mecanismos de protección de información de sus adolescentes. Pero en lugares como Colombia, que no tienen una legislación específica, estas mismas plataformas no generan esos mecanismos con los que ya cuentan”, señaló Judy Benavides, jefe del Centro de Internet Seguro Viguías de Red PaPaz.

FONDO AYUDA TOXICOLÓGICA ( F.A.T. )

QUIENES SOMOS.!!!

El Fondo de Ayuda Toxicológica (FAT) es una ONG fundada en el año 1966 por el Profesor Emérito Dr. Alberto Italo Calabrese para trabajar en ...