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viernes, 29 de mayo de 2020

*30 de mayo. Charla y debate. Christophe Dejours. "La pandemia y la crisis en el trabajo".




👉🏽 Mas info e inscripciones:  https://dejourstopia.eventbrite.com.ar/?aff=wsp1
(actvidad arancelada. descuentos estudiantes, grupos y suscriptores Revista Topía)

Una exposición y un diálogo con uno de los mayores especialistas del mundo sobre las cuestiones del trabajo y la subjetividad.
Acerca de este evento

El trabajo es la base de nuestra identidad, una fuente fundamental de sentido para la vida y un mediador irreemplazable para la autorrealización.

La pandemia ha profundizado la degradación del mundo del trabajo, que venía imponiendo el capitalismo tardío.

Frente a esta situación, Dejours rescata la forma en que nos apropiamos del trabajo, de las estrategias de defensa colectiva construidas por trabajadoras y trabajadores, como medio de experimentación de la solidaridad y la democracia, para permitirnos pensar las formas del trabajo en estos nuevos tiempos. 

Christophe Dejours es profesor del Conservatorio Nacional de Artes y Oficios y director del Laboratorio de Psicología del Trabajo en Francia. Está especializado en temas laborales, es psiquiatra y psicoanalista. Posee una vasta producción bibliográfica en su país de origen siendo traducidas al castellano algunas de sus obras, entre ellas, Trabajo y desgaste mental (Hvmanitas, 1990), La banalización de la injusticia social (Topía, 2008), Trabajo Vivo Tomo I y Tomo 2 (Topía, 2012) y El sufrimiento en el trabajo (Topía, 2019). En el 2019 dicto la Conferencia "Trabajo, precarización y subjetividad" (Parte 1 / Parte 2) y el Seminario "Procesos de subjetivación y desubjetivación en el trabajo" en Buenos Aires con más de 600 asistentes, organizada por Topía y AGD. Artículos de Christphe Dejours en Topía.


DURACIÓN Y DINÁMICA

La duración aproximada del evento será de 2hs en dónde en una primera parte Dejours hará una exposición y en una segunda responderá preguntas y debatirá con los inscriptos (leídas de la sala de chat y en vivo).

PARTICIPACIÓN DE LOS INSCRIPTOS - TRANSMISIÓN.

Los inscriptos a la charla podrán participar mediante la plataforma ZOOM . Luego de realizar la inscripción se les proveerá la información e instrucciones de acceso. Aquellos asistentes que lo requieran podrán comunicarse con los organizadores y recibir asistencia en el uso de la plataforma. A aquellos que lo soliciten se les entregará un certificado de "asistencia online" a la charla.

TRADUCCIÓN

La traducción la realizará en vivo (sucesiva) Gabriela Neffa, profesional con experiencia y amplio conocimiento de la obra de Christophe Dejours. Fue la traductora en el Seminario y la Conferencia realizados en 2013 y en 2019 en la ciudad de Buenos Aires.


INSCRIPCIONES INTERNACIONALES Y MEDIOS DE PAGO

Ud puede inscribirse y participar desde cualquier parte del mundo. El idioma oficial utilizado en el evento será el español y en segundo orden el francés ya que el disertante hablará en ese idioma y una traductora estará presente durante toda la charla.

ARGENTINA: Los medios de pago aceptados son: tarjeta de crédito, débito, rapipago o pagofacil.

RESTO DEL MUNDO: Tarjeta de crédito. El precio aproximado en otras monedas es $8,89 USD o $8,21 EUR (la conversión es aproximada ya que la cotización puede variar y pueden aplicarse tasas y/o comisiones cobradas por las tarjetas de crédito).


HORARIO DE INICIO SEGÚN PAÍS

La charla comenzará puntual el sábado 30 de mayo según país y huso horario:

ARGENTINA: 15.00 hs / 3PM

COLOMBIA : 13.00 hs / 1PM

CHILE: 14.00 hs / 2PM

MÉXICO: 13.00 hs / 1PM

ESPAÑA: 20.00 hs / 8PM

PERU: 13.00 hs / 1PM

URUGUAY: 15.00 hs / 3PM

FRANCE: 20.00 hs / 8PM

EE.UU. (Miami): 14.00 hs / 2PM


DESCUENTOS Y PROMOCIONES ESPECIALES

-30% - GRUPOS - CÓDIGO "GRUPOS2020"

Las inscripciones de grupos de 5 o más personas que se realicen en un solo pago tendrán un descuento del 30%. Para acceder a este descuento debe hacer click en el botón "inscribirse" y luego en "Ingresar código de promoción". Allí debe escribir el siguiente código de descuento "GRUPOS2020".

-50% - ESTUDIANTES

Los estudiantes de grado (no posgrado) podrán acceder a un descuento especial del 50% presentando certificado de alumno regular o documentación de similares características (serán tomados como válidos los de 2019) y documento nacional de identidad. Para solicitar este descuento visite el siguiente enlace. (EXTENDIMOS FECHA: ahora disponible hasta 27/5)

-30% INSCRIPCIÓN + SUSCRIPCÓN REVISTA IMPRESA: (SOLO ARGENTINA) Ud. puede suscribirse a la revista e inscribirse al evento con un descuento. Para esto haga click en el botón "inscribirse" y luego en "ingresar código de promoci´ón". Escriba el código de promoció "REVISTATOPIA". Solo válido para argentina.

-30% - SUSCRIPTORES REVISTA TOPIA: Los susciptos a la revista tienen un descuento exclusivo del 30% en la inscripción. Si Ud. es un suscriptor escribanos a cursos@topia.com.ar y le daremos el código para que se aplique el descuento. 

miércoles, 20 de mayo de 2020

Coronavirus | Entrevista a Jeffrey Sachs: "El propósito de EE.UU. es usar esta crisis para crear una Guerra Fría con China y eso es peligroso".

Cuando Jeffrey Sachs publicó en 2005 su libro "El fin de la pobreza", algunos lo consideraron demasiado optimista por creer posible erradicar la indigencia de la faz de la Tierra.


 Pero ahora, en medio de una de las peores pandemias y crisis económicas globales en varias décadas, cuesta percibir el optimismo de este renombrado experto en desarrollo sostenible de la Universidad de Columbia y de Naciones Unidas.

"Esta pandemia es extraordinariamente grave", dice Sachs en una entrevista exclusiva con BBC Mundo. "Va a empujar a cientos de millones de personas a la pobreza".

A su juicio, ahora probablemente "está perdido" el objetivo de eliminar la pobreza extrema global hacia 2030, fijada en los Objetivos de desarrollo sostenible de la ONU que él mismo ha impulsado.

Sachs, quien ha sido señalado por distintas publicaciones como uno de los líderes o economistas más influyentes del mundo, fustiga la respuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la crisis de covid-19 y lo ve como un intento de crear una Guerra Fría con China. 

Pero también critica las políticas de presidentes latinoamericanos como el mexicano Andrés Manuel López Obrador o el brasileño Jair Bolsonaro, considera probable que Argentina incumpla el pago de su deuda y describe "el peor escenario que hemos visto en la región en mucho tiempo".

Lo que sigue es una síntesis del diálogo por Zoom con Sachs, quien apoyó la precandidatura presidencial hoy retirada del senador Bernie Sanders en EE.UU. y se apresta a publicar un nuevo libro sobre "Las eras de globalización".

¿Cuál es su mayor preocupación en este momento en términos económicos?

Ahora economía es salud pública.

Si se controla esta pandemia, se restaura la vida cotidiana y económica.

Si la pandemia no se controla y seguimos propagando el virus alrededor del mundo, si afecta mucho a los países pobres y a los países de ingresos medios, los impactos económicos durarán años y serán muy graves.

Si esos impactos económicos muy graves conducen a una crisis financiera, lo cual es una posibilidad real porque muchos países corren el riesgo de no poder pagar sus créditos internacionales o enfrentan una desestabilización financiera muy importante en sus economías, eso multiplicará los efectos.

Si tenemos una crisis financiera, una crisis de salud pública y una crisis geopolítica, tendremos otra era de Gran Depresión.

Muchas cosas pueden salir mal en este momento.

Hay una manera de que las cosas salgan bien, pero no estamos siguiendo esa trayectoria porque la calidad del liderazgo en muchos países, comenzando por EE.UU., es tan mala que estamos teniendo resultados muy malos cuando podríamos estar mucho mejor.

Y, lamentablemente, la perspectiva es de resultados todavía peores en el futuro.

Tenemos un liderazgo terrible en EE.UU, un liderazgo miserable en Brasil, un mal liderazgo para esta crisis en México.

Muchas economías emergentes están comenzando a verse muy afectadas, y todo esto podría llevar a un desastre creciente.

A corto plazo, hay mucho dolor económico junto con las muertes y los confinamientos.

Pero estamos justo en el momento en que hacemos una buena salud pública o nos enfrentamos a trastornos económicos que durarán años. Y me temo que estamos yendo más en dirección de esto último.

¿La pandemia está aumentando la brecha entre ricos y pobres en un mundo que ya era bastante desigual?

Tenemos que estar muy preocupados por el gran aumento del hambre en los países pobres.

El sistema internacional no es muy generoso ni orientado hacia grandes rescates, aunque se han dado algunos pasos notables a corto plazo, como la moratoria del servicio de la deuda de los países pobres a los acreedores oficiales en el Club de París.

Eso fue muy bueno.

Para los países pobres, crisis significa indigencia. Para países de ingresos medios o ricos, significa dolor.

Incluso en EE.UU., por la debilidad de nuestra red de seguridad social, será desesperación para mucha gente.

Nuestra tasa de desempleo es de 20% más o menos. Sólo la mitad de la población adulta tiene un trabajo en este momento, es absolutamente impactante.

Entonces, hay dolor incluso en los países ricos. Pero en los países pobres, el margen podría tornarse rápidamente desesperante.

No hemos visto eso exactamente todavía, pero estamos en la etapa inicial de esta epidemia.

También tenemos muchos países en desarrollo donde la enfermedad está surgiendo.

Brasil es uno, Ecuador otro, México probablemente otro.

Los datos son terribles. Los datos oficiales apenas dejan entrever una pequeña parte de la realidad en este momento.

Los informes recientes sobre el exceso de muertes muestran que, en algunos países, las muertes oficiales registradas por covid-19 son quizás una décima parte o un cuarto de lo que aparece como exceso de mortalidad.

Entonces, no solo estamos en una fase temprana y dramática, sino que no estamos viendo con precisión el panorama de lo que sucede en esta etapa.

América Latina avanzó en la reducción de la pobreza en los primeros años de este siglo, pero la tendencia se revirtió con el fin del boom de las materias primas y ahora la región enfrenta esta crisis. ¿Hay un riesgo de que desaparezca la nueva clase media que surgió en Latinoamérica?

La única noticia positiva para gran parte de América Latina es que hay regiones productoras de alimentos.

 Por lo tanto, debería haber comida en muchos países y en la región.

Pero piense en cuántos países están muy afectados en este momento.

Brasil está tan desastrosamente gobernado que ya estaba en crisis, pero con Bolsonaro se está convirtiendo en una crisis aún más profunda porque el gobierno federal es, como en EE.UU., incoherente y de escasa ayuda para detener la epidemia más allá de lo que hacen los gobernadores estatales. 

Sabemos que Ecuador y Perú se enfrentan a un fuerte impacto de la epidemia.

Es probable que México suceda lo mismo porque AMLO (como se conoce al presidente Andrés Manuel López Obrador) ha estado básicamente en negación, como Trump y Bolsonaro.

México ya se encuentra en una terrible crisis porque el presidente puso de manera inexplicable e incompetente todas las fichas en Pemex (Petróleos Mexicanos, una entidad estatal), justo cuando el mercado petrolero se derrumba.

Y México no tenía por qué tratar de redoblar las inversiones de Pemex. Fue un desperdicio completo de recursos nacionales.

Argentina ha estado en crisis, claro.


Es probable que se produzca un incumplimiento de pagos (de deuda), porque si bien en mi opinión hizo una oferta muy profesional y acertada a los acreedores sobre cómo evitar el default, los acreedores no son muy inteligentes para evitar su propio daño.

Por lo tanto, es probable que veamos un incumplimiento de pagos.

Y aunque eso quizá sea lo mejor que Argentina podría hacer por sí misma, no es un buen panorama.

Venezuela ha estado bajo agresión total de EE.UU., al extremo de que vayan mercenarios a matar o secuestrar al presidente.

Es una historia impactante de EE.UU. aplastando la economía, la sociedad y ahora golpea la pandemia.

Chile, el lugar más estable y mejor gobernado en la región, se incendió el año pasado con las protestas por la creciente desigualdad. Eso fue antes del covid-19.

Es el peor escenario que hemos visto en la región en mucho tiempo.

Y, dada la falta completa de cooperación internacional y la incapacidad absoluta del gobierno de Trump de hacer algo constructivo en cualquier frente, ya sea doméstico o internacional, uno no puede ser demasiado optimista sobre la escena latinoamericana en este momento.

Es casi en todas partes un panorama bastante sombrío de una región muy afectada, donde la crisis se profundizará.

Ojalá pudiera ser más optimista, pero en este momento es difícil ver puntos positivos.

¿Y qué dice de EE.UU. el hecho de que haya quizá millones de personas pasando hambre en el país más rico del mundo, o que los latinos y afroestadounidenses sean los más afectados por el covid-19?

La primera regla es no tener un psicópata como presidente. Tenemos el peor presidente en la historia de EE.UU. 

Esto ya era obvio para quienes observaron de cerca en los últimos tres años.

Pero este hombre es absolutamente venal, narcisista, ignorante y desafortunadamente se interpuso en el camino de la mínima cordura en la respuesta a esta crisis. 

Por eso EE.UU. tiene más de 80.000 muertos, un colapso completo de nuestros sistemas de salud pública y una incapacidad absoluta de este país rico y poderoso, lleno de talento, para hacer lo mínimo: obtener máscaras faciales, rastrear contactos (de personas infectadas).

No hacemos lo básico en EE.UU.

Y luego, la idea brillante de este hombre es dejar de financiar a la OMS en medio de una pandemia global: absolutamente destructivo.

Está mentalmente trastornado. Pasa cada día en su cuenta de Twitter atacando a personas aquí y allá, acusando al expresidente (el demócrata Barack Obama) de grandes crímenes, acusando a China de terribles crímenes.

EE.UU. perdió por completo el rumbo al tener a este hombre como presidente.

Creo que durante un tiempo las élites poderosas lo vieron como una especie de idiota útil: recortó sus impuestos, aumentó la oferta de dinero, el mercado de valores estaba en alza...

Pero no se puede tener esta combinación de narcisismo maligno e ignorancia en medio de la peor crisis de la historia moderna.

Y eso es lo que tenemos, desafortunadamente.

El presidente Trump ha elogiado la forma en que EE.UU. hace test de covid-19 a su población. "Hemos cumplido con el momento y hemos prevalecido", dijo. ¿No es eso cierto?

Tenemos más de 80.000 muertes y el virus no está bajo control.

Meses después del inicio de esta pandemia, no hemos implementado las medidas más básicas de salud pública como los test, el aislamiento y el rastreo de contactos.

Es indescriptible la profundidad del fracaso del gobierno federal.

Lo que sucedió es que la maquinaria del gobierno fue asumida por Trump y sus compinches.

Y aunque hay personas con talento en todo el gobierno, algunos de los mejores profesionales del mundo, no han tenido ningún papel en este fracaso colosal. 

Trump es un timador y un propagandista.

Tiene una red leal de televisión de propaganda, Fox News, y un medio de prensa, The Wall Street Journal, ambos de Rupert Murdoch y News Corp. Es una máquina de propaganda que alcanza el 40% del público.

Esa es la base de Trump, la ha tenido desde el principio y parece que todavía la tiene, 80.000 muertes después.

El debate en EE.UU. gira hacia cuándo reabrir la economía. El presidente Trump, presionando por la reapertura, ha dicho que la cura del coronavirus no puede "ser peor que el problema en sí". ¿Cuál es su opinión?

Lo que recomiendo a todos los países, incluidos los países de Europa occidental que también han actuado bastante mal en esto, es mirar lo que ha sucedido en la región de Asia-Pacífico.

China detuvo la transmisión del virus, no al 100% pero de forma sustancial. Corea ha hecho lo mismo: sí, hay brotes, pero muy localizados. 

Taiwán, Hong Kong, Vietnam, Australia y Nueva Zelanda han hecho lo mismo.

Si fuéramos gente pensante, estaríamos preguntando: ¿cómo lo hicieron? ¿Por qué no podemos hacerlo?

Bueno, hay una respuesta fundamental para esto y se llama salud pública.

Significa observar de cerca los síntomas de las personas.

Cuando muestran síntomas, les haces test. Cuando dan positivo, ves si pueden aislarse de forma segura en su hogar o si deberían ponerse en cuarentena en una instalación pública, que Asia ha utilizado con mucho éxito.

Rastreas sus contactos. 

Bueno, en EE.UU. esto no ha sucedido en casi ningún lugar.

Trump es tan ignorante y destructivo que en sus conferencias absurdas el problema ni siquiera surge, porque ni siquiera tienen el concepto más básico de salud pública.

Por eso la infección continúa propagándose y es tan equivocado preguntar: ¿deberíamos abrir esta semana o las próximas dos semanas?

La pregunta correcta es: ¿cuándo tendremos los rudimentos de una salud pública para que sea seguro abrir la economía? Esa es la única pregunta, no la fecha, sino el sistema.

Este es un proceso geométrico: incluso si reduces los casos a un nivel bajo mediante el confinamiento y eliminas el confinamiento sin reemplazarlo por medidas de salud pública, la epidemia resurgirá.

Para mantenerlo bajo control se requiere un alto nivel de rigor y profesionalismo, algo que en su día EE.UU. podía dominar. Ahora ni siquiera parecemos saber que eso existe en el vocabulario.

Al parecer, EE.UU. se está retirando de su papel de líder mundial y cada país tiene su propia estrategia contra esta pandemia. ¿Es posible alcanzar una agenda global constructiva en este contexto?

EE.UU. se ha eximido a sí mismo de la agenda internacional por muchos años. Y, por supuesto, esto se volvió más extremo con Trump.

La actitud de Trump es tratar de romper el sistema internacional en su médula, romper la Organización Mundial del Comercio, retirarse de cualquier tratado, romper los acuerdos de armas, gastar billones o más en una nueva generación de armas nucleares. 

Ahora todo esto está en el contexto de la más profunda crisis económica desde la Gran Depresión y una crisis de salud global que no tiene precedentes, al menos desde la epidemia de gripe de 1918.

Y lo que quiere hacer es usar esto, y está teniendo algún efecto en la opinión pública, como una ocasión para instigar una nueva Guerra Fría con China.

EE.UU. tiene mucho poder a través del dólar y de los sistemas de armas. Diría que estas son las dos fuentes reales de poder de EE.UU., pero son muy poderosas.

Viajo por todo el mundo. Nadie respeta a Trump, casi todo el mundo sabe que es un loco.

Pero el poder del dólar, la amenaza de sanciones y de contener sistemas de armas hacen que otros sigan la corriente.

Claro que cada vez que hay grandes rivalidades de poder, los países eligen bandos pensando que también obtendrán algún beneficio.

Digo todo esto porque el propósito de EE.UU. en este momento es usar incluso esta crisis para crear una nueva Guerra Fría intencionalmente, no por accidente, por destino o por resignación a la realidad, sino por intención.

Porque China se estaba volviendo demasiado poderosa a los ojos de estos nacionalistas y neoconservadores.

Entonces estamos probando de nuevo el libro de juegos de 1947: como contuvimos a la Unión Soviética vamos a contener a China. Lo encuentro peligroso y ridículo, pero especialmente peligroso.

¿En qué términos peligroso? ¿Cuán mala cree que podría ser la escalada?

Hay un principio general en las crisis económicas globales: sin cooperación, una crisis como esta puede crear una sombra de depresión muy larga.

Y una idea que considero creíble es que la profundidad de la Gran Depresión en sí misma fue un reflejo de la falta de liderazgo global en la década de 1930.

Gran Bretaña era demasiado débil para liderar, EE.UU. no estaba interesado en liderar, Weimar estaba en retiro, Hitler llegó al poder en enero de 1933 y la Gran Depresión se profundizó porque no hubo cooperación.

Aquí estamos un shock de igual magnitud, aunque en una etapa muy temprana: es posible recuperarse rápido.

La recuperación principal tendría que comenzar por la salud pública. Y luego por la limpieza financiera, porque habrá muchos países en incumplimiento efectivo de pagos, o en una crisis financiera.

Entonces, podríamos recuperarnos de esta crisis bastante rápido, tener algún rebote en 12 o 18 meses.

Creo que eso es muy improbable ahora. Y lo atribuiría a la política, más que a la naturaleza intrínseca de cualquier crisis.

Porque crisis como estas se resuelven o se alimentan de sí mismas. Son procesos dinámicos, por lo que van de mal en bien o de mal en peor. Y esta, está en la dirección de ir de mal en peor.

¿Hay algo en el mundo que le provoque esperanza en este momento?

Sí. A veces me consideraron demasiado optimista porque creo que estoy bien entrenado para ver las posibilidades de lo que se puede lograr.

Cuando hablé sobre el fin de la pobreza, no fue una predicción que inevitablemente sucedería. Fue una declaración de que podría suceder y aquí están las cosas que se necesitan para que suceda. Y de hecho ha habido progreso.

Muchas cosas que enfatizo, en especial cómo la tecnología y la convergencia pueden ayudar a los países a desarrollarse, están sucediendo durante esta crisis.

Tenemos ejemplos frente a nosotros de cómo resolver este problema. Y el lado más prometedor del mundo son los 15 países de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP por sus siglas en inglés).

Eso es Japón, China, Corea, los 10 países de la ASEAN, Australia y Nueva Zelanda.

Ese grupo de países suman alrededor de 2.000 millones de personas.

Y si nos fijamos en los 15 países, creo que todos ellos con la posible excepción de Indonesia tienen la epidemia al menos bajo control provisional en este momento. Eso es increíble.

Es una región que no sólo podría mostrarle al resto del mundo cómo hacerlo, sino proporcionar una gran cantidad de equipamiento y orientación.

Espero y defiendo cada día que la región se mire a sí misma y diga: "Lo estamos haciendo". Y se junte.

Pero esa visión es quizás la peor pesadilla de los encargados de formular políticas en EE.UU.

La idea de que Japón y China cooperen es de terror para los nacionalistas estadounidenses.

Entonces EE.UU. está ahí todos los días tratando de separar, en lugar de decir: "Trabajen juntos, para que podamos resolver todo esto".

Me preguntó por algo optimista y no terminaré con una nota pesimista.

Sólo diré que hay 2.000 millones de personas de los 7.700 millones que están en el camino correcto.

Si aprendemos de ellos, los emulamos, nos asociamos, cooperamos con ellos, haremos el trabajo sin una Gran Depresión. Ese es el optimismo.

miércoles, 13 de mayo de 2020

En tiempos de Pandemia.

En tiempos de pandemia, #AcompañeNoCastigue es #EstarEnLaDistancia.

Por eso, Intercambios AC se vuelve a sumar a otra edición de la campaña #SupportDontPunish/#AcompañeNoCastigue, que el próximo 26 de junio hará que organizaciones de diferentes ciudades del mundo se unan nuevamente a favor de la reforma de las políticas de drogas y contra la criminalización de las personas que usan drogas.


👉#EstarEnLaDistancia es reducir las brechas de atención

hacia las personas que usan drogas en el contexto de la pandemia.

👉#EstarEnLaDistancia es garantizar el acceso a bienes, servicios y derechos para que las poblaciones más vulnerables puedan aumentar cuidados.

👉#EstarEnLaDistancia es no profundizar el aislamiento por los prejuicios hacia quienes estén más expuestos al virus, tales como trabajadorxs de la salud, las personas que usan drogas, trabajadorxs sexuales, personas trans, personas en situación de calle y lxs jóvenes de los sectores populares.

👉#EstarEnLaDistancia es no confundir cuidados con medidas punitivo-represivas hacia poblaciones estigmatizadas. Mantener la distancia no es segregar.

👉#EstarEnLaDistancia es mantener el distanciamiento físico

sin que se traduzca en abandono, aislamiento, ni distancia emocional.

Para sumarte a la campaña #AcompañeNoCastigue 2020 completá este formulario.

https://forms.gle/joA3tbJpwuWRFTuS6

#SupportDontPunish

#AcompañeNoCastigue 

# EstarEnLaDistancia

#MasCuidadosMenosRiesgos




sábado, 9 de mayo de 2020

Consecuencias del aislamiento y la soledad por el Covid-19.

El aislamiento social obligatorio supone una situación novedosa y excepcional de la que nadie tiene experiencia. E implica un duro desafío.

El ser humano tiene la imperiosa necesidad de buscar certezas para su vida, aunque suele olvidar que una de las pocas certezas que existen es que la vida cambia y termina.

Y en cuanto las cosas dan un giro inesperado –como la pandemia por el coronavirus– tiende a sentirse abrumado, desconcertado, sin saber bien qué hacer. Todo lo inesperado siempre produce un gran impacto psicológico, sea para bien o para mal, según lo que acontezca.

En la actualidad, el aislamiento social obligatorio decretado por el estado de alarma y de necesidad ante la pandemia, supone una situación novedosa y excepcional de la que nadie tiene experiencia.

Implica –entre otras cosas– un duro y prolongado desafío que requiere de fortaleza psicológica para afrontar un cambio de vida radical en hábitos y costumbres, con la readaptación a la convivencia o separación de familiares, amigos, trabajo, posibilidad de viajar, utilización del tiempo, etcétera.

Un edificio de oficinas en Puerto Madero, vacío por el aislamiento social obligatorio. 

El estado emocional y psicológico juega un papel clave en el estado de la salud de todo individuo. Toda persona es una unidad psicofísica, por lo que cualquier afección física afectará su estado de ánimo y, a la inversa, su estado emocional o psicológico influirá tanto en su salud orgánica como en su capacidad de recuperación si padece una enfermedad en curso o en el grado de vulnerabilidad para enfermarse o no.

De eso, precisamente, se ocupa la reciente especialidad médica, la psico-neuro-inmuno-endocrinología.

El aislamiento social y obligatorio impone un duro y prolongado desafío que requiere de fortaleza psicológica para afrontar un cambio de vida radical en hábitos y costumbres.

Norberto Abdala

MÉDICO PSIQUIATRA

La situación de aislamiento y de cómo se la vive emocionalmente abarca un amplio abanico de posibles reacciones psicológicas. El “quedate en tu casa” plantea escenarios diferentes según sea la edad del individuo, si está solo o acompañado, si tiene o no hijos, si continúa realizando su trabajo a distancia, si padece alguna enfermedad previa o si está a cargo y convive con un familiar enfermo.

Ante la situación de aislamiento cada persona reaccionará de acuerdo a la fortaleza de su aparato psíquico, que determinará cómo afronta las situaciones de estrés, soledad, angustia o incertidumbre.

Postal de la Plaza de Mayo y la Casa Rosada durante la cuarentena. 

En otras palabras, la cuarentena no afectará a todos por igual según los recursos psíquicos de los que cada uno disponga.

Mientras que la soledad es la sensación subjetiva de tener menos afecto y cercanía de lo deseado en el ámbito íntimo o de relaciones, el aislamiento social es la situación objetiva de contar con mínimos contactos con otras personas.

Pero ambos se relacionan con un mayor riesgo de enfermar: desde resfríos comunes hasta enfermedades cardiovasculares. La explicación reside tanto por el aumento de hábitos no saludables como por las desregulaciones biológicas provocadas por la misma soledad o por el aislamiento social.

Según la edad y la estructura de la personalidad será la respuesta del organismo al estrés a nivel hormonal, cardiovascular e inflamatorio. 

El incremento de la actividad de la glándula suprarrenal y del eje hipotálamo-hipofisario, aumenta los procesos inflamatorios –base de enfermedades físicas y psíquicas– y reduce la respuesta del sistema de defensas del organismo. Lo cual, obviamente, implica una desventaja para enfrentar al coronavirus.

A continuación la opinión sobre el tema del Staff Profesional de nuestra Fundación.

Leyendo el artículo que les compartimos, nos surgieron algunas reflexiones acerca del encierro. Podríamos decir, aunque es un tanto exagerado, que desde el 20 de marzo estamos todos "encerrados" en pos de un bien mayor, la salud, aceptamos, con más o menos ganas, la "reclusión" en nuestros hogares, sólo saliendo para cuestiones esenciales. Sin embargo, el Dr. Abdala nos advierte sobre las consecuencias de este aislamiento y que "no afectará a todos por igual, según los recursos psíquicos de los que cada uno disponga", agregando que tanto la soledad (sensación subjetiva de menos afecto y cercanía en el ámbito íntimo o de relaciones) y el aislamiento social (situación objetiva de tener mínimo contacto con otras personas) "se relaciona con un mayor riesgo de enfermar".

Ahora bien, si ésto es así, si la imposibilidad de relacionarnos con otros cotidianamente es tan perjudicial para nuestra salud, en el sentido amplio de este término, que incluye no sólo lo físico (que es donde mayor énfasis hace la nota) sino también psíquica y social, ¿por qué aun seguimos sosteniendo como respuesta casi exclusiva para muchas problemáticas el encierro?

A diferencia de este "encierro" establecido para evitar la propagación del coronavirus, que es en nuestros propios hogares, con la posibilidad de mantener algún tipo de contacto a través de las distintas posibilidades que nos da la tecnología hoy en día, y que está pensado para el cuidado de los "encerrados" (todos sin distinción), esos otros encierros no están pensados para el cuidado de esos que serán encerrados, aislados, muchas veces sin ninguna posibilidad de contacto (ni siquiera virtual) con sus personas significativas, a veces por un período determinado y otros no, sino para seguridad de quienes estamos afuera. Es por eso que no se nos ocurriría pensar jamás en evaluar la "fortaleza del aparato psíquico que determina como (se) afronta las situaciones de  estrés, soledad, angustia o incertidumbre" de una persona con algún padecimiento mental (qué paradoja) o con consumo problemático de sustancias. Allí no caben dudas, el primero tiene que ir al manicomio/neuropsiquiátrico y el segundo a una comunidad terapéutica; no hay más opciones que la internación, o sea el encierro, el aislamiento.

Impensable, más aún, el caso de alguien que infringiera la ley, para esos casos nunca existirá mejor solución (aunque la evidencia no demuestra lo mismo) que la cárcel, el encierro, el aislamiento, y cuanto más lejos estén mucho mejor. 

Parece un tanto ilógico que, si el aislamiento, tal como se plantea en esta noticia, puede favorecer la aparición de enfermedades físicas y psíquicas, sigamos sin poder sentarnos a pensar en buscar nuevas respuestas  para dejar de "encerrar" a los "indeseables", porque en aislamiento no "sanarán" (lo más probable, siguiendo al Dr. Abdala, es que enfermen) y no pueden vivir así eternamente.


FONDO AYUDA TOXICOLÓGICA ( F.A.T. )

QUIENES SOMOS.!!!

El Fondo de Ayuda Toxicológica (FAT) es una ONG fundada en el año 1966 por el Profesor Emérito Dr. Alberto Italo Calabrese para trabajar en ...