La Verdad, la Justicia y la Memoria, no son valores abstractos, sino bien concretos.
Y tanto lo son, que son practicados por nuestros adictos y por nuestros asesinos. Claro, unos desde sus invalidantes enfermedades, y otros desde sus psicopatías.
Y hay mas similitudes.
Los militares del Proceso (el peor gobierno de nuestra Historia) han buscado por todos los medios, lo más grave: adiccionar a sus "gobernados", para que, sin reacción posible, no hubiera oposición a su Plan de Exterminio, pero no sólo físico.
Lo más grave, eran (además de la imposición de su Verdad) la creación de una nueva Memoria, y desde luego, su propia Justicia.
Nada más parecido a la lógica adictiva.
Por eso debemos restituir los valores con que se diseñó nuestra cultura, que son los que la infame época procesista destruyó.
Y tanto destruyó que el valor muerte reemplazó al valor vida, el.valor miedo pulverizó la valentía (salvo para 30.000 obligados a serlo) y la inequidad desplazó a la justicia, con la única ley de muerte y destrucción.
Por todo ello, Verdad, Memoria, y Justicia, pero con mayúsculas, no con la minúscula y perversa lógica de la prepotente desigualdad.
Juan Carlos Purriños
Presidente Honorario del Fondo de Ayuda Toxicológica.
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