CARTA del DIRECTOR. LA OMS RECOMIENDA SACAR el CANNABIS de su LISTADO de DROGAS PELIGROSAS.!!!

La Organización Mundial de la Salud considera que de esta forma no se restringiría el acceso y la investigación sobre posibles terapias derivadas de la planta.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que se elimine el cannabis (así como la resina de cannabis) del listado más restrictivo de la convención sobre drogas que data de 1961.Tras una evaluación científica que culminó en noviembre de 2018, los expertos de OMS recomendaron en su informe final "eliminar el cannabis y el aceite de cannabis de la lista IV", la categoría más estrictamente controlada en el Tratado de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961. El comité señaló que la lista IV está integrada particularmente por "sustancias dañinas y con beneficios médicos limitados" y considera que mantener el cannabis "en ese nivel de control restringiría gravemente el acceso y la investigación sobre posibles terapias derivadas de la planta".

Los resultados de ese informe respaldan la carta que Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, envió el último 24 de enero al secretario general de las Naciones Unidas (ONU), el portugués Antonio Guterres, en la que recomienda sacar el cannabis de su listado de drogas peligrosas.

Un dato acompaña la iniciativa: Guterres era el Primer Ministro de Portugal cuando este país promulgó una política de despenalización de la posesión de drogas, una medida que promocionó en un discurso ante la Comisión de Estupefacientes de la ONU el año pasado. Con esta carta, la OMS intentará que los 53 países que integran la Comisión de Estupefacientes traten la propuesta y la sometan a votación, durante el 62° Período de Sesiones de Naciones Unidas que se realizará en Viena (Austria) del 14 al 22 de marzo de este año. En diciembre de 2017, la OMS ya había emitido una recomendación pública para no catalogar el cannabidiol (CBD), uno de los principales componentes activos de la marihuana, como una droga. "La evidencia reciente de estudios en animales y humanos muestra que el uso del cannabidiol podría tener algún valor terapéutico para las convulsiones debidas a la epilepsia y las afecciones relacionadas", había expresado la OMS en ese momento.

A continuación la opinión sobre el tema del Staff Profesional de nuestra Fundación. Tal como siempre lo anticipamos, la elección en su momento de las drogas que se suponían más peligrosas entre las miles de sustancias que hay y las millones de posibilidades de hacer nuevas, era como elegir los 20 colores más lindos del Universo, entre toda la paleta posible de colores que hay. De esto surgieron unas políticas públicas internacionales, que como tales no tienen más de 55 años de antigüedad y que distribuyeron a todo el mundo instrucciones, sobre cuáles deberían ser las actitudes de control, "lucha contra", prevención, tratamiento e investigación. Nada quedó al azar y han signado incluso la vida de las naciones a un punto, en el cual países como Colombia o México han padecido verdaderas guerras en sus territorios debido a esta arbitrariedad. De cualquiera de las cuestiones que estamos señalando podemos profundizarlas adecuademante si es que hay algún interesado en hacerlo. Baste decir que este despropósito solo fomentó presos inútiles, muertos absurdos y negocios descomunales o sea de las sustancias y su prohibición ha habido también una gran cantidad de beneficiarios (y esto llega a las altas finanzas) por lo que no están dispuestos a perder absolutamente nada de estas utilidades. Debe decirse también, que esto se logró por el viejo mecanismo de la apropiación a través de los usos y costumbres; el exceso de transgresión, a la larga lleva a rupturas que se convierten en costumbres. Los pasos que han dado los usuarios de distintos países del mundo y particularmente de los EEUU, han liberado bastas zonas de la propia organización nacional norteamericana y estados como California o Florida, se han desvinculado de la prohibición de esta sustancia bajo ningún aspecto. Este es el camino que insta ahora la OMS a aplicar en todo el mundo, entendiendo desde luego que este es fundamentalmente en sus excesos un problema de salud y no una cuestión de policías u organismos especializados de seguridad y control, mucho menos un sistema para llegar a la cárcel o al tratamiento obligatorio.